Distancia: 21.77 km
Desnivel: +1118 m -1064 m
Pendiente max.: +27.90% -30.84%
Nuestro pequeño periplo comienza en Lekeitio desde donde nos dirigiremos al comienzo de la senda que nos llevará hasta nuestro primer destino: la Talaia o Atalaya.
Hay una descripción de como llegar a este punto en un post anterior:(http://www.noranahi.net/2015/05/talaia-talaieko-tunturra.html).
Seguimos las marcas del GR 123 (Bizkaiko Bira).
Lekeitio.
El cabo Antzoriz y el Faro de Santa Katalina.
Talaia o Atalaya.
Vistas espectaculares desde el edificio de la Talaia.
Talaiako Tontorra (242 metros).
Buzón cimero.
Tras una corta pero exigente subida, llegamos a la cumbre.
Buzón cimero, Otoio (369 metros)
Indicación de subida desde Ispaster, eso sí, bien custodiada en el ortigal.
La fauna local nos da la bienvenida.
Abandonamos el GR 123 y atravesamos Ispaster en dirección Sur hasta dar con la carretera comarcal BI-2238, donde cruzaremos la carretera en el barrio de Atxabal para tomar una pista cementada que nos llevaría a Gizaburuaga.
Molino de Aixeder. Molino de viento construido por Pedro Bernardo de Villarreal de Berriz en 1729. Está situado sobre la colina de San Martín.
La pista nos lleva por las laderas de los montes Atxabalgana y Eperratxa para luego abandonarla en el desvío hacia Okamika siguiendo las marcas del PR-BI-148 (Sendero de Gizaburuaga).
Por la falda del monte Tarteka llegamos a un pequeño collado por el que el PR se dirige a Okamika y Gizaburuaga.
En el collado anterior cogemos la senda de la derecha que asciende con ganas hacia el hayedo de Airo y el collado de Mugira siguiendo aguas arriba el arroyo Telleria, afluente del río Lea.
Después de 2 km y medio de subida enlazamos con una pista de tierra que tomaremos hacia la derecha en dirección al collado de Mugira.
Unos doscientos metros más adelante tenemos un cruce donde tomaremos la senda de la izquierda que continua subiendo hacia el hayedo de Airo o Airoko pagadia.
Airoko Pagadia.
Saliendo del hayedo nos encontramos con una amplia ladera herbosa ...
... que es el comienzo de la despejada cresta.
Siguiendo un claro sendero llegaremos a la cercada boca de Ineritzeko Lezia o Sima de Ineritze de 330 metros de profundidad.
Hay una leyenda sobre esta sima recogida por Resurreción María de Azkue y Aita Barandiaran.
Resurrección María de Azkue. Euskalerriaren Yakintza. Tomo II Cuentos y leyendas 78-79.
Euskaltzaindia & Espasa-Calpe, 1989.
BASAIKO LOREA / LA FLOR DEL SICOMORO
Nabarniz edo Nabarrizganeko Iluntzar deritxon mendian leza bat dago, inok sekula ondorik negurtu bagakoa. Leza onek larez ta otaz itsutua dauko beronen agoa ta nonbait, aizeak eroaniko aziren batzuetatik erneta, basiko (1) bat eukan lenago. Emakume abarkadun gonagorri bat, umetxo bat eskutik ebala, igaro zan bein leza-inguruan zear. Umeak basikoaren adarretan lorea ikusita, bere berbetatxoan, auxe esan eutsan amari:
-Ama, pitxia.
-Ez, maitetxo, kaka dauko-ta.
"Pitxia, pitxia" esanda negarrari emon eutsan lenengo; gero, ¡¡blaust!!, zapart eginda ota ta lar-artean geratu zan ez gora ez bera egin ezinik. Amak, a ikusita, txilioka, zapart zoli egin eban. Ama ta ume, eun zearnar zatituaz, beste ainbeste saguzar ta belatxinga lezabarrutik uxaturik, geldi-geldika, leza barruan amildu ziran. Inok eztaki arrezkero euren barririk.
Mendi-barrenean burdin-ur azal lodia dario atx bati. Baserritarrak, ur aren gorritasuna ikusita, ama errukarriaren goneak gorritu daroala uste dabe.
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En el monte denominado Iluntzar, de encima de Nabarniz, existe una sima cuya profundidas nadie la ha medido nunca. Esta sima tiene oculta su boca entre abrojos y argomas, y, en tiempos atrás, tenia un sicomoro, probablemente nacido de algunas semillas llevadas por el viento. Una mujer, calzada de abarcas y ciñendo saya roja, paso una vez, conduciendo de la mano a un niño, por las inmediaciones de la sima. Viendo la criatura una flor en las ramas del sicomoro. en su limitado lenguaje dijo a su madre:
-Madre, bonito.
-No, querido; pues tiene porquería.
-Bonito, bonito.
Al decir esto, primeramente se echó a llorar. Luego, ¡plum!, dio un salto y quedó entre los matorrales y argomas, no pudiendo moverse ni arriba ni abajo. La madre, al ver aquello, chillando, dio un saIto brioso. Madre y criatura, destrozando cien zarzamoras, espantando otros tantos murciélagos y cornejas del interior de la sima, poco a poco se hundieron dentro de la misma. Desde entonces, nadie tiene noticias de ellos.
Debajo del monte mana de una peña agua ferruginosa de espesa capa. Los aldeanos, al ver la rojez de aquella agua, creen que la enrojece la saya de la pobre madre.
Continuando por la cresta alcanzamos la cima de Illuntzar (725 metros).
Buzon cimero.
Otoio y Lekeitio a lo lejos. De ahí venimos.
Dirigimos nuestros pasos hacia el collado de Atxabrin, entre Illuntzar y una elevación herbosa.
Urregarai / Igotz y Bedartzandi al fondo. |
... y llegar a destino: Aulestia.
28-05-2015
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