Los Calopteryx virgo,
probablemente unos de los animales con más bellos y atractivos colores, parecen
ser de esos bichejos que, como diría Fray Luis, “huyen del mundanal
ruido y se van por las escondidas sendas -en su caso
arroyos- a donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido…”
y, como algunos otros odonatos de “alto standing”, quiero decir difíciles de
encontrar, ver y fotografiar en sitios normales, viven su corta vida de
apenas cinco semanas, en el caso de los machos, un poco más ocultos que
los otros odonatos.
Pequeño entomólogo en plena observación y búsqueda de sujetos a estudiar.Los colores de tonos metálicos verdes y azules de los machos adultos les hacen llamativos en reposo y aun más cuando se les ve volar con un estilo diferente a la mayoría de odonatos pues, quizás por el tamaño y forma de sus espectaculares alas, recuerda más el vuelo de las mariposas que el de las libélulas. Los machos jóvenes, o inmaduros, suelen vivir aparte su periodo de maduración sexual que se alcanza a la ¿temprana? edad de nueve o diez días. Tienen coloraciones que parecen más de hembras que de machos, algo relativamente frecuente entre los odonatos.
Las fotos fueron tomadas en el barrio de Amaitermin, Urkiola, en la orilla del rio Urkila.
Ohar: el texto en cursiva está tomado del blog: Sorpresas y pasajes.
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